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sábado, 15 de junio de 2013

Ten O'clock - Capitulo 19


Capitulo 19: Enamorada quizás.
Narra Ana María:

Niall y yo hemos acabado llenos de pintura de arriba a abajo, estamos multicolor. La cara de Niall está entre lila y celeste, y la mía creo que medio naranja medio verde.
Vamos a la misma sala en la que nos vestimos, y nos cambiamos de ropa para salir a la calle.
-Recuerdas que estamos llenos de pintura Niall?-le digo riendo.
-Si, aunque si no me acordara la gente me lo recordaría, mira como miran! DESCARADOS!- Niall grita hacia una familia que no para de mirarnos, sobresaltandome.
-Niall! Para! estás loco!-empiezo a reirme y él conmigo.
-Loco por ti. Soy un moñas, lo se, perdona...
-Shh.-Le mando a callar y le doy un beso.-Me encanta que me digas esas cosas Niall.-Él me sonrie y me da un beso jugando, empieza a darme besos por toda la cara muy rápido, de un lado a otro, yo rio y me echo hacia atrás, pero él sigue. Solo se escucha mis carcajadas en la calle.
-Para cariño!-él para y me mira sorprendido.
-Cariño? Es la primera vez que me dices eso.
-Si.. si no te gusta no te lo vuelvo a decir.
-¿Por que? Claro que si, me encanta que me lo digas, me encanta todo lo que dices... que tal si vienes conmigo a London Hilton? Dormiremos alli esta noche vale?
-Claro! Me encantan los hoteles, son... especiales.

(Narra Niall)
Ana M. y yo nos dirigimos al hotel para dormir, lo que ella no sabe es que le tengo preparada una pequeña sorpresa. Se que le gusta mucho el chocolate, he estado hablando con Alba ayer y me lo ha mencionado, espero que le guste esta sorpresa.
Al entrar en el hotel, me dirijo a recepción, y pido la llave de la habitación que he reservado esta misma mañana.
Subimos por las escaleras, y al llegar a la segunda planta (donde está nuestra habitación) le tapo los ojos con una mano, y con la otra abro la puerta de donde vamos a dormir. Al entrar le destapo los ojos.
Narra Ana María:
Al llegar a nuestra planta Niall me tapa los ojos, sorprendida y asustada entro en la habitación con sus manos sobre los hombros guiandome, y me deja abrirlos.
-CHOCOLATE! -Grito emocionada. Hay una pequeña fuente de chocolate en el medio del cuarto rodeada de chucherías y fresas.-Niall, como sabías que..?
-Alba, me lo dijo ayer, te gusta?-dice con el ceño fruncido, esperando mi respuesta divertido.
-Que si me gusta? Es alucinante! Me encanta cariño! Es perfecto!
-Me alegro, pequeña.-se acerca y me da un beso.
Hemos pasado la noche tomando fresas con chocolate, y hemos hecho juegos manchandonos la cara, y dandonos de comer el uno al otro, cosa que jamás habia pensado que haría con nadie, este chico me cambia por completo. Me entra sueño, se lo menciono a Niall, y nos acostamos en esa cama TAAAAAAAAAAAAN grande que hay, pero los dos nos ponemos en medio de esta, abrazados.
-Buenas noches cariño.
Me besa.

viernes, 14 de junio de 2013

Stupid Cowardice - Capitulo 19


(Narra Jimmy)


Terminamos de comer, recogemos la mesa, le doy las gracias a Anne por todo y salimos de la casa. Louis nos acaba de llamar diciendo que está llegando, asi que nos sentamos en la acera de la casa a esperar. Son mas o menos las cinco y media, y el sol empieza a dejar de calentar. Una brisa de aire me invade a mi primero y luego a Harry haciendonos estremecer. Cualquiera diría que es aire y no hielo. El suelo aun sigue húmedo por la lluvia de ayer, y me estoy dejando el culo helado. Harry pasa el brazo por mi espalda y me acurruco sobre su pecho. Escucho el latido de su corazón a la perfección, juraría que iba a compás con el mio.
El coche de Louis aparece al final de la calle, pita, y se escucha su risa cuando ya está más cerca.
-Teneis frio parejita? -dice antes de volver a reirse cuando se para en frente nuestra.
-Ja – ja.-dice Harry irónico. Me rio y nos montamos en la parte de atrás.
-Hola El. -Digo dandole un beso en la mejilla, que ella me devuelve. La verdad es que nos llevámos genial.
-¿A donde vamos? - pregunta Louis girandose para mirar a su novia y a mi.
-¿Al cine? -dice la voz femenina que se sienta junto a mi.
-Me parece bien. -opino yo con una sonrisa. Miro a Harry buscando su aprobación, y la encuentro.
-Bien, pues vamos. -Dice Louis poniendo el coche en marcha.
-¿Sabéis algo de Olive? -digo al llegar antes de abrir la puerta del coche.
-Niall me dijo esta mañana que iba a ir a buscarla, seguramente estará con él. -Louis coge de la cintura a El mientras dice esto y le da un beso antes de empezar a andar hacia la entrada del cine. Sonrio para mi misma, y entonces noto como la mano de Harry se enlaza con la mia, le miro con una sonrisa mayor, y el me da un pequeño beso.
-Que peli quereis ver? -Pregunto poniendome frente a la cartelera.
-De miedo no, por favor... -dice Eleanor poniendo cara de pena.
-Yo quiero ver una de miedo. -dice Harry cogiendome más fuerte de la mano.
-Yo tambien. -dice Louis abrazando a su novia. -no te preocupes, yo te cuido. -le dice, y le da un beso en la mejillla.
-Pues entonces vemos esa. -digo señalando una en la que la caratula es una mano con un hacha y la cara de una mujer gritando.
-Os odio. -dice El mirando a donde yo señalo.
-Lo siento. -digo con una sonrisa y me acerco para darle un beso en la mejilla que Louis no había besado. -sientate a un lado mia, y nos tapamos juntas cuando tengamos miedo. -digo riendome. Ella me fulmina con la mirada y empieza a reirse tambien.
Entramos, compramos coca colas y palomitas, y entramos en la sala.

(Narra Olive)


Vaya pelicula hemos visto. Y yo que pensaba que iba a ver una romántica, hemos visto una de miedo que estan poniendo en cines, me he pasado toda la pelicula escondiendome en el pecho de Niall, él se ha dedicado a acariciarme el pelo y a abrazarme cuando tenía miedo.
-Puedes soltarme la camiseta ya, me la vas a romper. -dice suave en mi oido, y luego noto como sonrie. Miro mi mano, sin saber a que se refiere, y mis dedos están aferrados a la tela de su camisa.
-Perdona. -digo sonrojandome y quitando la mano.
-No pasa nada. -dice, y me da un beso bajo la oreja, que hace que mi cuerpo se estremezca.
-¿Que quieres hacer ahora?
-Podemos llamar a los demas y salir a hacer algo. Harry y Louis estan juntos, supongo que con Eleanor y Jimmy, podemos llamar a Zayn y a Liam, ¿quieres?
-Me parece bien. -digo sonriendo timidamente.
-Vale. -Niall se levanta, dejandome sentada sola en la cama, y saca su móvil del bolsillo, busca un contacto, y se lleva el telefono a la oreja. A los dos segundos empieza a hablar.
-Zayn, ¿Donde estas? ¿Y vais a salir? Vale, yo estoy con Olive, ¿en media hora en la puerta del local? Avisa a Liam, a lo mejor va con Danielle. Llevate a Georgina. Pues convéncela, dile que Olive va. Vale, pues nos vemos alli. Adios tio.
-¿Zayn está con Georgina?
-Eso parece. -dice sonriendo irónico.
-Uau. ¿Y a donde vamos? -digo sonriendo.
-A una fiesta. ¿Quieres? -¿Una fiesta? ¿Vamos a ir a una fiesta? ¿Qué clase de fiesta? Una de esas con alcohol, o una de esas de una barbacoa y una piscina? No soy mucho de fiestas, pero la ilusión que reflejan los ojos de Niall, hace que no pueda negarme.
-Claro, ¿Por qué no? -digo haciendo un amago de sonrisa.
-¿Pasa algo?
-¡No! Claro que no. -digo sonriendo con mas ganas. Me acerco un poco y le doy un beso dulce en los labios. -Voy a cambiarme.
-Así estas muy guapa.
-Gracias, pero no voy a salir así. -digo engurruñando la nariz, y él pone los ojos en blanco con una sonrisa.
Abro mi armario, y busco algo bonito y cómodo.
-¿Qué clase de fiesta es? -pregunto mirando mi ropa.
-Es en una discoteca privada.
-¿Y qué me pongo?
-No lo se, lo que quieras. -esta vez soy yo la que pongo los ojos en blanco. Cojo un conjunto mas o menos arreglado, unos zapatos y me meto en el cuarto de baño. Cuando salgo voy así vestida: http://www.polyvore.com/pink_blue/set?id=52116756
-Wow. Estás preciosa.
-¿Seguro? -Digo mordiendome el labio.
-Seguro. -dice y se acerca para besarme.
Salimos de mi casa y hay un coche negro en la entrada.
-¿Es tu coche?
-Es de mi hermano, pero me lo ha prestado. ¿Te gusta?
-Es precioso. -Niall sonrie orgulloso, y me abre la puerta del copiloto para que entre. Una vez que lo he hecho cierra la puerta, rodea el coche, y se monta junto a mi.
¿Es eso un chico borracho tirado en el suelo? No puedo verle bien por los cristales oscuros del coche y un banco que lo tapa, pero juraría que ese hombre esta tirado en el suelo junto a la puerta del local.
-Espero no acabar así. -digo haciendo una mueca mirandole. Niall se rie y se baja del coche, lo rodea y me abre la puerta antes de que yo pueda hacerlo. -Eres todo un caballero Niall Horan.
-Eso intento, Olive Santos. -Sonrio y me bajo con cuidado de no tropezarme con esos altos tacones que llevo.- Zayn, Georgina, Liam y Danielle deben de estar a punto de llegar.
-¿Podemos esperar lejos de ese hombre? No parece estar muy bien. -digo riendome.
-¿Y si necesita ayuda? Es usted una mala persona, Señorita Santos. -Dice frunciendo el entrecejo de forma graciosa. Me rio y luego le doy en le brazo con el puño, sin hacerle daño.
-No diga eso, sabe que no lo soy. ¿Hace falta que me acerque y le ofrezca cobijo, y un vaso de agua? -Niall se rie por mi forma de hablar, y luego tira de mi brazo bruscamente para acercarme a él, y me besa.
-No, no vaya a ser que no esté muy cuerdo, y le haga algo a esta princesa. -me sonrojo por su atrevimiento, y luego levanto las manos en modo de aprobación. Él se ríe y me coge de la mano.
-Ahí viene Zayn con George. -digo señalando con la cabeza detrás de Niall. Este se gira para mirar, y saluda con la mano a la pareja que se acerca a nosotros. Yo ando lo más rápido que puedo para encontrarme con Georgina, y la abrazo al llegar a ella.
-¿No me tienes que contar nada? -le digo levantando las cejas y mirando a Zayn, este me devuelve la mirada y se ríe, luego se va con Niall.
-Lo mismo te digo, pelirroja. -dice mirando a Niall con cara de sorprendida. ¿Es que ahora estas con el rubito? -dice riendose.
-¿Es que ahora estas con Zayn?
-No cambies de tema.
-Yo he hecho la pregunta primero. -digo poniendo morritos.
-Ogh. Si, estoy con Zayn. -Abro la boca y empiezo a reírme muy fuerte.
-¿No era que os llevabais fatal? -digo entre risas.
-Ja – ja. Bueno, ¿Y tu que? ¿Todo bien?
-Todo bien. -digo sonriendo, antes de girarme para mirar a Niall, que está hablando con Zayn.
-Me alegro. -dice y se agacha un poco para darme un beso en la mejilla, ya que me saca bastante ventaja en altura. Empezamos a andar y nos encontramos con Zayn y Niall.
-Liam y Danielle no pueden venir, tienen cena con los padres de Dani, asi que, ¿Entramos ya?
-Oh. Vale. -contesto, ya que se que lo dicen por mi.
Wow, hay mas gente de la que imaginé cuando Niall me habló de la fiesta. ¿Eso es una stripper encima de la barra? Ah, no. Es una chica con un vaso en la mano y el vestido demasiado subido. La música está extremadamente alta, y no es una clase de música que me llame mucho la atención, ya que en vez de música, parece ruido. De repente me noto fuera de lugar. ¿No voy demasiado arreglada? Las chicas que veo van mas.... están echas un desastre. Quizás iban como yo cuando llegaron a la fiesta. No, dudo que esa chica con la pintura corrida, y los tacones rotos en la mano, fuera igual que yo, que la verdad, parece que voy a una boda. Miro a Niall, y está sonriendo. Jamás diría que se siente igual que yo.
-¿Quieres una copa? -me dice gritando en el oído, y aun así, me cuesta trabajo entenderle.
-¡Vale! -digo gritando tambien. Se acerca a la barra dejandome con Zayn y George y le veo pedir cuatro copas. En cuanto se las da el chico de la barra, viene hacia nosotros.

sábado, 27 de abril de 2013

London City - Capitulo 3


Capitulo 3.

Esa mañana en la agencia de viajes de la ciudad.

-¿Dos billetes hacia Londres entonces? -les preguntó la chica que las atendía. - ¿Para cuándo?
Paula y Teresa se miraron, y antes de que la chica morena pudiera decir ni una palabra, Paula contestó.
-Para dentro de tres días hay vuelo? - Notó la mirada sorprendida de su amiga clavada en ella, pero la ignoró y sonrió.
-No.. lo siento, hay para dentro de dos, ¿Quieren esos?
-NO. -esta vez Teresa se adelantó en contestar.
-SI. -dijo Paula mirándola con cara de pocos amigos.
-Estas loca... -le respondió con un tono de voz tan bajo que apenas ella pudo oirlo.
-Perfecto, aquí tienen. -dijo la chica que les atendía con una gran sonrisa poniendo los billetes en la mesa que la separaba de las dos amigas.
-Muchas gracias. -dijo Paula con una sonrisa, Teresa se limitó a mirar los billetes con preocupación. Paula pagó con el dinero que tenía ahorrado del karaoke, y salieron de la agencia.
-¿Dentro de dos días? ¿En qué estabas pensando? -dijo Teresa enfadada, y sin mirar a su amiga se dio la vuelta y empezó a andar. Paula salió corriendo detrás de ella y se puso a andar a su mismo ritmo cuando la alcanzó.
-¿Te has enfadado? - la chica rubia cogió el brazo de su amiga, pero esta se apartó.
-¿A qué vienen esas prisas por irte? Ni si quieras me has pedido mi opinión.
-No te entiendo, hace tres días lo que más deseabas era irte, irte a Londres, empezar de cero, por fin nos decidimos a hacerlo, compro los billetes para dentro de dos días, ¿y te enfadas? ¿no querías irte lo antes posible?
-Ya lo se, pero de un día para otro no se hacen estas cosas, no así Paula.
-Las cosas cuando se hacen así siempre salen mejor, venga Teresa, no te enfades, es como una aventura, ¿No te encanta?
-¿Que si me encanta? De verdad, estás loca. -esta vez le sonrió a su amiga, aunque un poco enfadada aún.- oye, y has pensado en donde dormiremos? Mejor dicho, ¿Donde viviremos?
-Aún no, pero he vendido mi piso, asi que tenemos dinero de sobra para buscar apartamento. -dijo con una gran sonrisa. Teresa no daba crédito. ¿Había escuchado bien? ¿Su amiga había vendido su piso? Asi que todo eso de verdad iba en serio, irse a vivir a Londres, en dos días.
-Dios... Paula, nos vamos en dos días, tenemos que buscarlo YA. -hizo enfasis en la última palabra.
-Vale vale... vamos a mi casa y lo buscamos, te invito a comer.
-¿No la habías vendido?
-Hasta dentro de tres días no se muda el nuevo. - Teresa no sabía si era por lo nervios, pero le entró la risa tonta y empezó a reirse a carcajadas en mitad de la calle, su amiga le hizo compañía y las dos comenzaron a reir como locas, mientras las personas, a la que no volverían a ver nunca, las observaban extrañadas.


En un lugar de la fría ciudad de Londres.

-Perfecto, ha estado genial, como siempre. -dijo el chico de pelo largo mientras los veía salir de la sala de grabación.
-¿De verdad? No se... no me sentía bien, la verdad. -dijo Harry tocandose la cabeza.
-Ha estado genial. -repitió el chico.
-Muchas gracias. -Dijo Niall con una gran sonrisa. Acababan de terminar de grabar la canción nueva, y la verdad estaban contentos con ella, un poco nerviosos por la reacción que las fans tendrían al escucharla, e ilusionados a la vez.
-Te llamaré cuando la tengamos lista para que los chicos la escuchen. -dijo el chaval esta vez dirigiendose a Paul.
-De acuerdo. -dijo este con una sonrisa. Paul y los cinco cantantes salieron del edificio, y para la impresion de los jovenes, había el doble de fans que antes. Se hicieron fotos, firmaron autografos, e incluso dieron abrazos. Luego Louis se fue a su casa con Eleanor, su novia, Liam se fue a la suya con su novia, Danielle, Harry y Niall se fueron a un bar a comer, y Zayn se fue a comer por ahi con Perrie, tambien su novia.

En un bar del centro de Londres, poco tiempo despues.

-Tio, no se por que tienes esa necesidad de tener novia, se que hace mucho que estas solo, pero... con lo bien que se esta soltero, sin preocupaciones, es ganas de complicarse. -dijo Harry antes de meterse un tenedor de espaguetis en la boca.
-No se como puedes verlo así. Está claro que no voy a estar con la primera que pase por delante mia, pero digo que me gustaria conocer a alguien, alguien que me guste y con quien comparta mi tiempo, mi vida. -Niall sorbió coca cola por su pajita al terminar de decir esto.
-Eres un moñas.
-Y tu imbécil, nunca te tomas nada en serio, acabarás solo con miles de gatos. - Harry le miró sorprendido, pero Niall se rio.
-Capuyo... pensaba que lo decías en serio. - el chico de ojos verdes rió tambien.
-A ver, pero sin bromas, no echas de menos tener a alguien a quien llamar cuando estas solo? A alguien con quien mandarte mensajes a todas horas diciendo lo mucho que la extrañas y lo que la quieres? No echas de menos pasar noches abrazando a la persona a la que amas? Besandola?
-Me tienes a mi rubito. -dijo empezando a reir.
-Harry, lo digo en serio tio.
-Vale vale. Pues.. no se, tampoco lo he pensado mucho. -cogió su vaso y le dio un sorbo a su bebida.
-Pues piensalo, y ya me cuentas.
-No se de que va esto que te ha entrado de repente, no sabía que echaras tanto de menos tener novia.
-Ya, bueno... siendo como somos ahora, no es fácil tener novia, y la verdad, admiro a Zayn, Liam, y Louis, y la forma en la que aguantan con ellas cuando las insultan constantemente. La vida de un famoso con su pareja no es fácil, y dejé de plantearmelo hace tiempo, pero estoy harto, quiero arriesgarme, y no entiendo cómo tu no.
-Fácil, no he conocido a nadie por lo que plantearmelo, y hasta que no lo haga seguiré pensando que es mejor ser libre y hacer lo que quieras sin tener que preocuparte.
-Pues ya te darás cuenta.
-O no, ¿quien sabe?
-Yo, soy dios.
-Capuyo. -dijo Harry empezando a reir a la vez que Niall. -La verdad es que ahora me preocupa más lo de la casa.
-¿El qué?
-Todavía nadie a respondido a mi anuncio.
-¿Y? Ya la venderás.
-Ya, pero me gustaría venderla de una vez y deshacerme ya de papeleos, bastantes tengo con la nueva.
-Sigo sin entender por que vendes esa casa y compras la de al lado.
-Es el doble de grande, además tiene piscina y garaje.
-La otra tambien tiene piscina y garaje.
-Si, pero mas pequeño, la de ahora es el doble en tamaño.
-No se para que quieres tanto si vives solo.
-Comodidad.

En un caluroso apartamento del centro de la ciudad.

-¿Y este por qué no te gusta?
-Tiene una cocina muy fea.
-¿Estas de coña? Es preciosa, ademas ¿que mas da la cocina? Tiene piscina, y la casa no esta mal.- Paula empezaba a desesperarse, a Teresa no le gustaba ninguna casa que habían encontrado, ademas todos eran muy caros, cosa que era de esperar.
-Es donde cocinaremos siempre, Paula vamos a vivir ahi, no es para tomarselo a la ligera.
-Una vez allí podemos buscar otra casa que te guste mas, cuando queramos, pero ahora tenemos 2 días, Tere.
-Vale, haz lo que quieras, compra la de la cocina fea.
-Y dale con la cocina fea... espera, voy a enviarle un mensaje al dueño.
-Vale, ¿oye y esa cuanto valía? ¿No era cara?
-Tenemos el dinero suficiente. Ademas, para como es la casa, que tiene garaje, piscina, y esta en un barrio precioso, es barata.
-Eso espero...
-Que rácana eres.
-No lo soy, pero no quiero gastarme todos mis ahorros en una casa con la cocina fea.
-Que pesada eres Dios, cuando lleguemos compramos una cocina nueva y la cambiamos, CONTENTA? -dijo Paula quitando la vista del portatil para mirar a su amiga.
-Mucho, gracias. -dijo con una gran sonrisa. Paula puso los ojos en blanco y siguió escribiendo el mensaje al tal @HS102, que decía:

Hola, me llamo Paula, y estoy interesada en la venta de su casa, soy española y mi inglés es pésimo, pero espero que me entiendas. Voy a irme a vivir allí con una amiga, y queremos comprarle la casa, para dentro de dos días si no es mucho pedir, es urgente.
Gracias, un beso.

-Vale, enviaselo.
-¿Segura?
-¿Estas de broma? ¿Ahora te vas a echar atrás? - Dijo Teresa mirando a su amiga como mala cara.
-No! Claro que no! Era broma, que despues dices que no te pregunto las cosas antes de hacerlas.
-Ogh.
Paula le dio al botón “enviar”. Ahora solo faltaba esperar la respuesta.

sábado, 9 de marzo de 2013

London City - Capitulo 2


Esa noche en ese mismo apartamento un par de horas después.

-Paula no bebas más. -Teresa le coge el vaso a su amiga y lo vacía en el fregadero.
-Ehh! ¿Qué haces? ¿Estás loca o que?-Paula se ha enfadado. Con lo feliz que estaba ella con su cuarto vaso de vozka, y su amiga lo ha tenido que estropear.
-Estás fatal. No voy a permitir que bebas más. -Paula empieza a reirse ante esas palabras, pero su amiga permanece seria, y es que ella apenas ha bebido, y se lo dice muy en serio.
-Mi vida es una mierda, tarararara...-empieza a cantar la chica. -pero me voy a Londreeeees! -Teresa observa como su amiga levanta el brazo con el vaso vacio en la mano, y hace un gesto como si estuviera brindando, luego se lleva el vaso a la boca, y al ver que no tiene nada, se lleva una gran decepción. La chica que está de pie no puede evitar sonreir. Paula está sentada en una silla de la cocina, con el vestido que se había puesto para salir con Jon demasiado subido, y los tacones tirados a un lado. Sus pies descalzos juegan deslizandose por el suelo hacia alante y hacia atrás. Teresa se mantiene de pie apoyada contra la encimera.
-Anda vamos, que te llevo a tu casa. -Dice la chica que está sobria acercandose a su amiga y ayudandola a levantarse con una sonrisa.
Teresa se pone una cazadora y unos pantalones vaqueros, coge las llaves y salen del apartamento.
Esa noche Paula dormirá como nunca.

Al día siguiente por la mañana en el piso de Paula.


-Si es que no deberías de haber bebido tanto. -Teresa aparece por la puerta de la habitación en la que intenta dormir la chica de pelo rubio. Paula tiene una melena rubia que le llega hasta la cintura, y la mitad de su pelo lo lleva teñido de rojo. Tiene los ojos grandes y castaños, nariz pequeña y chata, y labios gruesos y rosados. Su piel es pálida, pero coge color rápido.
-No bebí “tanto” como tu dices. - dice haciendo enfasis en la palabra que ha dicho tambien su amiga.
-Ya bueno... no te has presentado.
-Lo siento, me quedé dormida. ¿Estás enfadada? -Pregunta Paula levantando la cabeza de la almohada para mirar a su amiga que la observa desde la puerta.
-No, imaginaba que podía pasar despues de lo de anoche. -la chica hace una mueca con la boca y se hacerca hasta la cama. -Si quieres comprar los billetes tienes que levantarte ya.
¿Billetes? ¡Ayer quedaron en irse a vivir a Londres! A Paula se le había olvidado por completo ese tema.
-Joder. -se levanta de la cama con torpeza agarrandose la cabeza como si se le fuera a caer y se mete en el cuarto de baño.
-¿Te duele mucho? - le pregunta Teresa acercandose a la puerta para que su amiga la escuche.
-Bastante...- se escucha decir al otro lado de la puerta.
-Te voy haciendo tostadas y café, y te preparo una pastilla, así tardamos menos.
-Vale. ¡Gracias!
Cuando Paula sale de su habitación ya está vestida con unos vaqueros pitillos, una camiseta de mangas cortas blanca y larga, y una chaqueta negra encima. Se ha maquillado poco, y ella no se ve bien, como siempre, pero sin embargo su amiga la ve igual de guapa que de costumbre.
Llega a la cocina y se encuentra a Teresa con una bandeja llena de comida. El olor a café inunda sus fosas nasales y hacen que le suene la barriga. Las dos chicas se rien y se dirigen al salón donde se tomará el desayuno.

Esa mañana de Abril, en una parte de la bella ciudad de Londres.


¡Vaya! Jamás había visto a tantas fans juntas. ¿A quien quiere engañar? Si las ha visto, a muchas más, pero no se termina de acostumbrar a ello. Los cinco chicos acaban de salir de un par de coches y se dirigen a un estudio donde grabaran su nuevo tema musical, pero para su sorpresa, la entrada estaba llena de fans. Por fin han conseguido entrar, y Harry se quita la chaqueta. Demasiado calor.
-Hola chicos. Me alegro de volver a veros. -dice un chico alto y joven, con pelo largo hasta los hombros, y gafas de pasta negra. Este estira el brazo para darle la mano a cada uno de los jovenes  con una sonrisa, a la que ellos responden con una aún mayor.
-Venid por aquí.
El chico de las gafas los guía hasta una habitación donde se encuentra el estudio de grabación. No se acuerdan de cuantas veces han estado ya en sitios así, y aún les sigue entusiasmando.
-Si todo va bien,  tardaremos poco. -dice con una sonrisa. Menos mal, despues de lo de anoche, Harry apenas puede mantenerse en pie. Le duele la cabeza y de vez en cuando le entra fatiga inesperada. Beber tanto no le sienta bien.
-¿Te encuentras bien? - le pregunta Liam en voz baja acercandose un poco a su oído. -ayer bebiste demasiado.
-Estoy bien, solo un poco resacoso. -dice con una sonrisa forzada. No está bien, si por él fuera, aún estaría en la cama, entre esas sábanas de franela que tanto le gustan. Pero ahora le tocaba esforzarse, tragarse su malestar, y dar todo lo que tiene ante aquel micrófono.

La noche anterior, en un local del centro de Londres.


-Entonces te llamas Diana, ¿no?
-Si, Diana. -dice la chica con una sonrisa. ¿Quién le iba a decir que esa noche acabaría hablando con el famoso Harry Styles, en la fiesta a la que ni si quiera quería ir?
-¿Quieres una copa? No se donde se ha metido mi amigo, y me tendré que quedar aquí un rato. -dice el chico haciendo una mueca antes de sonreir.
-Claro, ¿por que no?
Se tomaron la primera, luego vino la segunda, y acabaron con una sobrante tercera. Los dos reían, ni si quiera sabían la razón de por qué lo hacían, pero no podían parar. Paul le había dicho a Harry que intentara controlarse con la bebida, ya que mañana les tocaba grabar, pero que se le iba a hacer, él no tiene la culpa de haber conocido a una chica tan maja y divertida.
A lo lejos ve a Louis, ¿Donde se había metido? Ya ni se acordaba de que había ido a la fiesta con él.
El chico de pelo rizado levanta la mano y le hace una seña para que lo vea, este le corresponde con un movimiento de cabeza al verlo y una sonrisa. ¿Tenía los ojos muy rojos o se lo parecía solo a él? Parece ser que Louis tambien se ha pasado un poco con la bebida.
-Disculpa. Me tengo que ir. Me alegro de haberte conocido. -Harry se aproxima a ella y le da un par de besos torpemente, luego se dirige hacia su amigo a trompicones.
-Menos mal que no había que beber. -dice Louis cuando su compañero llega hasta él, con una sonrisa.
-Mira quien habla. -los dos rien y empiezan a andar hacia la puerta, va siendo hora de irse a casa.
Al salir intentan controlarse un poco, y disimular su mal estado, ya que en la entrada del local hay un par de periodistas y fotógrafos. Los chicos se limitan a sonreir y entran en el coche de Harry. No está en condiciones de conducir, por lo que saca el teléfono de su bolsillo y busca el numero de Liam en su agenda.
-Si? - parece ser que le ha despertado. “Me va a caer una buena” piensa Harry mirando a Louis preocupado. El cantante de ojos verdes le explica a Liam lo ocurrido, y le pide que vaya a buscarlos, ya que no quiere arriesgarse a tener un accidente. El chico acepta de mala gana, y a la media hora se presenta allí con su coche y los lleva a casa un poco enfadado con sus amigos, que esa noche no deberían de haber bebido.

sábado, 2 de marzo de 2013

London City - Capitulo 1


Una mañana de Abril en un edificio del centro de la ciudad.

El timbre suena, para el parecer de Paula, más alto de lo normal. Son las 12 y media, y aún sigue en la cama. Por poco tiempo. Abre un poco los ojos, y los rayos de luz que se cuelan por los huecos de la persiana impactan contra ellos haciendo que los vuelva a cerrar.
-Paula! Abre! Soy yo!- la chica aun sigue en la cama a pesar de las voces de su mejor amiga que acaba de oir al otro lado de la puerta de su piso. Cuando está apunto de volverse a quedar dormida, escucha como unas llaves se meten en la cerradura. Paula se pregunta como demonios tiene la llave de su piso. Extrañada se destapa, se calza sus zapatillas de andar por casa, y con el mismo aspecto de haberse levantado hace dos segundos, cruza el pequeño pasillo y abre la puerta antes de que su amiga gire la llave.
-Explicame de donde has sacado la llave. -dice Paula medio sorprendida y medio dormida aun, aunque con tono bromista. Teresa se rie y responde con una sonrisa.
-La he cogido de debajo de la alfombrilla, eres muy previsible.
-Que bien... -dice la recién levantada mientras se da la vuelta y vuelve a su habitación dejando la puerta abierta.
-No irás a dormirte de nuevo, ¿verdad?
-Es cierto, ¡soy previsible! -tras esas palabras se escuchan los muelles de la cama. Teresa suspira y entra en la casa cerrando la puerta a su espalda.
Esa mañana habían quedado a las 12 para ir a comprar los billetes de su viaje a Londres. Pero Paula no había aparecido en el lugar acordado, y su amiga creía saber la razón.

El día anterior, en casa de Teresa, a las 11 de la noche.

No puede creerlo. Han llamado a su puerta, a esas horas. Incluso estaba a punto de irse a la cama cuando el timbre sonó. No se puede ni imaginar quien será. Expectante, sale del cuarto de baño en el que se estaba quitando las lentillas para acostarse, y se dirige a la puerta principal.
-¿Quién es? -dice con un tono de voz no muy alto.
-Soy yo... -escucha decir al otro lado de la puerta, la voz de su mejor amiga entre sollozos. Rápidamente gira el picaporte y se encuentra a Paula frente a ella, con el rímel corrido, y un tacón en la mano. Estaba hecha un cromo.
-Que... ¿qué te ha pasado?-pregunta Teresa en cuanto se recupera de ver a su amiga así. Ella no responde, y antes de que pueda volver a preguntar, Paula explota en lágrimas y sollozos. Los brazos de la sorprendida rodean el cuello de su amiga, y hace que esta apoyé la cabeza en su hombro. Nota la calidez de sus lágrimas mojando su pijama. Las dos entran en la casa y van a la habitación de la propietaria. Luego se sientan en su cama.
-Venga va, explícame que ha pasado, Paula. Me estoy asustando. -dice Teresa buscando los ojos de su amiga que mira al suelo sin parar de llorar.
-Me ha dejado. Dice que soy demasiado poco para él, que él solo buscaba un rollo de una noche. -dice entre sorbido y sorbido de mocos.
-Que cabrón. -dice Teresa abriendo mucho los ojos. -y pensar que yo os presenté... lo siento.
-No es culpa tuya, Tere... era un imbécil. -parece que Paula se ha tranquilizado un poco, y las lágrimas han dejado de salir. Ahora lo que quedan son restos de maquillaje corrido, por toda su cara.
-Anda ven... Limpiate un poco, que estas hecha un desastre. - sonrié a su amiga, pero esta solo se levanta y se dirige al cuarto de baño, con ella detrás. Teresa nunca había visto a Paula así, no es una chica que llore por cualquier cosa, todo lo contrario, cree que es la primera vez que la ha visto llorar.
-Si quieres te puedes quedar a dormir aquí conmigo. - le sonrie, y le acaricia la espalda mientras la otra chica se lava la cara con una toallita. Esta sonríe entristecida.
-No, gracias. No quiero molestarte, por lo que parece te ibas ya a la cama, como siempre, igual de sosa. - Teresa se ríe. Su amiga ya está mejor.
-Al menos quedate un rato aquí conmigo, no quiero que te vayas a tu casa así.
Las dos amigas se dirigen al salón y encienden la televisión.
-Estoy harta de esta ciudad, Tere, de la gente que nos rodea, de los problemas, de los tios.
-Lo sé, yo estoy igual...
-Supongo que si. -las dos amigas observan la TV entristecidas. Sus vidas no son especialmente lo que ellas desean. Paula quería estudiar criminología, aunque en realidad lo que realmente deseaba con todas sus fuerzas, es llegar a ser alguien importante en el mundo de la música, irse a Inglaterra, y conseguir lo que desea. Ahora trabaja en un pequeño karaoke de un bar, en el que no le pagan especialmente bien. Teresa en cambio, quiere estudiar filología inglesa, tambien ama la música, pero más como entretiempo que como oficio. Se fue de casa en cuanto cumplió los 18, ya que no soportaba a sus padres. Paula no tiene padres, estuvo viviendo de familia en familia, pero ninguna era capaz de soportarla y controlarla, por lo que a los 18 se compró un piso y ahora vive sola. Teresa la conoce desde los 15 años, ya que iban al mismo instituto. Sabe todas sus historias, todo por lo que ha pasado con cada familia, al igual que Paula sabe lo que ha pasado ella entre las peleas de sus padres, y los castigos que le imponían.
En ese momento están poniendo un programa rodado en Londres en la TV, y a Paula se le ocurre una gran idea.
-¿Y si nos vamos a Londres? ¿a vivir? -dice la chica sin dejar de mirar la televisión.
-¿Qué? -Teresa se ha sorprendido con la pregunta y ahora la mira desconcertada.
-Si. ¿Y si nos vamos? ¿Y si dejamos todo atrás? Empezaríamos una nueva vida, juntas. ¿Te lo imaginas? Vamos a olvidarnos de todo y empezar de cero. Es lo que queríamos, ¿no?
-Estas loca, Paula. -dice Teresa riendo.
-¡No! Lo digo en serio. ¿No querías viajar? -dice la chica ofendida.
-Pues claro que quería viajar, y tu también. Pero de la noche a la mañana no podemos irnos a Londres. ¡a vivir! De verdad, te has vuelto loca.
-¿Por qué no? Mañana mismo compramos los billetes. -Paula está convencida de lo que quiere, y nada ni nadie le hará cambiar de opinión, cosa que pone nerviosa a Teresa. ¿Quiere comprar los billetes, mañana? La chica no debe de estar diciendolo en serio.
-Estas de broma. ¿Verdad?
-¿Eres tonta? ¡Sería genial! Por favor... -Paula le coge de la mano a su amiga y le pone pucheros, a lo que esta no puede resistirse.
-Seguramente cambiaré de opinion... pero vale. Vamonos a Londres.
-¿De verdad? -a la chica no le cabe una sonrisa mas grande en la cara.
-Si, pero dime de donde sacaremos el dinero. - Paula explota en gritos de ilusión. No puede creerse que vayan a ir a Londres... ¡A vivir!
-Tu tranquila, de eso me encargo yo.
Paula se levanta torpemente del sofá y se dirige a la cocina de la casa de su amiga. Al salir lleva una botella de vozka en una mano y un par de vasos en la otra. Teresa se niega a beber, pero Paula coge un vaso y se sirve sin cortarse un pelo. Al terminarselo le llena a su amiga su vaso obligandola a beber y se vuelve a llenar el suyo. Las dos chicas se ríen, están felices, raras, no pueden creerse que vayan a irse a vivir a Londres. Y es que ni una, ni la otra, sabe la grandísima historia que les espera en esa fria, y preciosa ciudad.


Nueva novela!

Hola cielos!
Quería deciros, que voy a empezar una nueva novela,  pero eso no significa que no vaya a seguir las otras dos. Iré subiendo capítulos de las 3 novelas, de acuerdo? Me gustaría que leyerais el capítulo 1 de la nueva  novela, titulada "London City" que subiré despues de esto, y si os gusta, que me digais si os aviso cuando suba capítulo :) Muchas gracias por leer, y por vuestra paciencia al esperar los nuevos capítulos. Un beso.
                                                                                                                                La escritora.

lunes, 17 de diciembre de 2012

Ten O'clock - Capitulo 18


Suaves caricias.

Narra Louis:

Marina y yo acabamos tumbados en la arena del lago, con una manta tapándonos, y abrazados. Ella tenía su cabeza sobre mi pecho. Sin duda, era la mejor noche de mi vida. Nunca podría haber imaginado estar con una chica tan especial. Después de lo que había pasado esa noche, después del beso, daba por echo que estábamos juntos, pero debía preguntárselo.
-Marina, tengo que hablar contigo, debo preguntarte algo.-Ella no contestó pero decidí empezar a hablar.- verás, después de que nos besáramos, he empezado a pensar, y me he dado cuenta, de que te quiero, mucho, no se si tu sentirás lo mismo, y es lo que quiero saber, porque si fuera así, me encantaría que estuviéramos en serio, oficialmente... estoy un poco nervioso, no se si me habré explicado bien. Qué te parece?-el corazón me iba a mil por hora, no sabía que iba a contestar, de verdad estaba muy nervioso, nunca me había sentido así. Ella no contestaba, por lo que decidí insistir.
-Marina? Cual es tu respuesta?-seguía sin contestar. Empecé a preocuparme. Me levanté un poco para poder mirarle a la cara. Estaba dormida, tenía los ojitos cerrados, la boca semiabierta, y las manos bajo su cara. Estaba guapisima, tenía carita de ángel cuando dormía, la luz de la luna se reflejaba en sus mejillas, me dieron ganas de besarla, pero no quería despertarla, ya hablaría con ella mañana por la mañana.
Narra Marina:
Louis estaba tumbado conmigo, abrazándome, bajo la luz de la luna, desearía quedarme allí siempre. De repente Louis empezó a hablar, yo tenia los ojos cerrados, pues estaba quedándome dormida, aunque intenté prestarle mi máxima atención.
Empezó a decir que me quería, y que si yo sentía lo mismo hacia él.
Quería estar conmigo en serio!? OFICIALMENTE!?
No tenía palabras, no sabía que hacer, abría los ojos y le contestaba? Me hacía la dormida? Estaba segura de que en ese momento no me saldrían las palabras, por lo que elegí la segunda opción.
Él insistía. Noté como se levantaba un poco, estaba casi segura de que en ese momento estaba mirándome, no sabía como se me veía desde fuera, a lo mejor estaba horrible, pero no podía moverme, él se daría cuenta. Noté que tenía la boca abierta, que vergüenza, Louis por favor para de mirarme!
Él volvió a tumbarse. Uf, por fin. Tenía muy claro lo que iba a decirle. Ahora a dormir, y hasta la mañana siguiente.